Vivimos inundados de información, pero no por eso somos más efectivos.
Parte de esa información la podemos transformar en conocimiento, el
cual muchas veces no aplicamos en nuestro día a día laboral.
El desafío actual radica en trasladar esos conocimientos a acciones más
efectivas que incrementen los resultados en las empresas.
El gran objetivo es entrenar en el cómo poner los conocimientos en acción.
Sólo las empresas que aplican el conocimiento a la acción son las que
eluden la trampa de la inteligencia meramente verbal.