Nuestros paradigmas gobiernan nuestra actitud, que -a su vez-
determina nuestra conducta. Logramos resultados a partir de lo que
hacemos, y lo que hacemos depende de cómo vemos el mundo que
nos rodea.
Mediante el coaching ontológico cuestionamos paradigmas para lograr
cambios actitudinales que se reflejen en acciones más efectivas.